
Gary Galka de 57 años, perdió a su hija de 17 años en un accidente de trafico en 2004, poco después, se propuso crear dispositivos capaces de comunicarse con los muertos. Gary es ingeniero eléctrico y puso todo su esfuerzo en fabricar un walkie-talkie capaz de cumplir el cometido anteriormente citado. Asegura que al poco tiempo de fallecer su hija, cosas entrañas empezaron a ocurrir en su casa. El timbre sonaba sin que nadie lo tocara, los canales de la televisión se cambiaban, las luces se encendían y apagaban por sí solas. Gary pensó que su hija quería decirles algo, fue entonces cuando decidió crear un aparato capaz de contactar con ella...